domingo, 3 de diciembre de 2017

El salto en contramovimiento (CMJ) como test (I)

Introducción


El salto en contramovimiento (CMJ en adelante, por sus siglas en inglés), es uno de los test pertenecientes a la batería de saltos verticales del Test de Bosco, en el cual se hayan también el Squat Jump (SJ) y el Drop Jump (DJ).


Concretando ya en el test del CMJ, su objetivo es el de valorar las características morfohistológicas (tipos de fibra muscular), funcionales (alturas y potencias mecánicas de salto) y neuromusculares (aprovechamiento de la energía elástica, reflejo miotático y resistencia a la fatiga) de la musculatura extensora de los miembros inferiores a partir de las alturas obtenidas en los distintos tipos de saltos verticales (Bosco y cols., 1983). En suma, este test se centra en el ciclo de estiramiento-acortamiento (CEA), el cual consiste en que una contracción concéntrica precedida de una excéntrica puede generar mayores niveles de fuerza que una contracción concéntrica aislada.


Asimismo, este trabajo se centrará en observar desequilibrios musculares y riesgos de lesión por medio de la utilización de este test, aunque también ahondará en otros aspectos.


Para finalizar este apartado, Balsalobre-Fernández y Jiménez-Reyes (2014) afirman que “sin duda, el más versátil, fiable y aplicable al mundo del rendimiento deportivo es el Countermovement Jump (CMJ)”, refiriéndose a la comparación de este salto frente al resto de la batería de Bosco, debido a las altas correlaciones con los niveles de fuerza máxima, velocidad máxima en esprines cortos y como indicador de la fatiga (Balsalobre-Fernández y Jiménez-Reyes, 2016).

Proceso

El proceso del CMJ se puede dividir en seis fases según Romero-Rodríguez y cols. (2011), los cuales se sintetizan en la siguiente imagen:

 
Imagen 1. Fases cinemáticas del CMJ. (Romero-Rodríguez y cols., 2011).


En cuanto a las diferentes fases, encontramos la fase de impulso descendente, en la cual se comienza desde una posición erguida con las manos en la cintura hasta una flexión de 90º de las rodillas, manteniendo la espalda lo más erguida posible. La posición de las manos en la cintura, afirman Balsalobre-Fernández y Jiménez-Reyes (2014), se debe llevar a cabo “para evitar la influencia de los miembros inferiores en los resultados”.


Posteriormente se encuentra la fase de impulso ascendente, que se lleva a cabo inmediatamente se logra la posición B para aprovechar el CEA hasta lograr de nuevo una posición erguida, pero con una extensión plantar.


A continuación, viene la fase de vuelo, que comienza en el momento en el cual se pierde contacto con el suelo (posición B) hasta que se vuelve a contactar con el mismo (posición E). durante esta fase se mantiene la posición erguida más la extensión plantar, evitando flexionar la cadera y/o las rodillas.
Finalmente, encontramos la fase de estabilización. Dicha fase consiste en, tras contactar con el cuerpo, estabilizar el cuerpo para evitar cualquier desequilibrio o caída, amortiguando el impacto mediante una flexión de rodillas y de cadera, reduciendo el impacto que pueda ocasionarse en el raquis.

¿Qué mide?

La realización de este tipo de saltos se puede usar para numerosas aplicaciones, motivo por el cual es uno de los métodos de control y evaluación más extendido junto a que no requiere gran cantidad de material para poder evaluarse, como se verá en el siguiente apartado.


En primer lugar, este tipo de test se puede emplear para medir el grado de fatiga de un deportista. Ello se debe a que presenta estrecha relación con otras variables metabólicas (acumulación de lactato y amonio) y mecánicas (pérdida de velocidad) (Balsalobre-Fernández, 2015). Asimismo, el mismo autor afirma que “la principal ventaja de la aplicación del CMJ como indicador de fatiga […] reside en su facilidad de administración y en su inocuidad” (Balsalobre-Fernández, 2015).


Otro aspecto que es capaz de evaluar el CMJ es el poder evaluar la potencia de salto, incluyendo también el perfil de fuerza-velocidad y los niveles de fuerza. La evaluación de la curva fuerza-velocidad se debe desarrollar con ejercicios de fuerza ante cargas de diversas intensidades, modificando el peso de las mismas según el tipo de deportista (Balsalobre-Fernández y Jiménez-Reyes, 2014). La realización, en la cual se evalúa la velocidad media propulsiva (VMP), la fuerza aplicada (N), la potencia media y máxima (W) y la RFD (Rate of Force Development, por sus siglas en inglés), se lleva a cabo mediante saltos de 2-3 repeticiones a la máxima velocidad en la fase concéntrica con al menos seis cargas distintas, debiéndose incrementar el peso en cada salto y registrando la VMP en cada uno (Balsalobre-Fernández y Jiménez-Reyes, 2014).


Asimismo, otro aspecto que se puede evaluar es la altura del salto (realizada en centímetros), el cual puede ser importante, por ejemplo, para el entrenamiento de saltos con carga, ya que no se deberán emplear cargas con las que no supere los 20cm.


Finalmente, el aspecto destacado en la introducción es la capacidad de este test de evaluar y controlar los desequilibrios musculares. Esta evaluación y/o control, dependiendo del momento en el que nos encontremos, se detalla a continuación:


La asimetría de fuerza es un aspecto importante porque puede causar alto riesgo de lesiones y afectar a la actuación deportiva Croisier y cols., Murphy y cols., y Wisloff y cols. (como se cita en Menzel y cols., 2013). Esta asimetría puede deberse a una readaptación no satisfactoria tras una lesión, al propio entrenamiento o a las demandas biomecánicas del deporte practicado (Newton y cols., 2006), provocando una modificación del gesto ténico que afectará al rendimiento y que incrementará el riesgo de lesión (Menzel y cols., 2013).


Para evaluar esta asimetría concretamente en los miembros inferiores existen diferentes métodos, entre los cuales se encuentran los test de salto (entre los que se encuentra el CMJ) y los dinamómetros isocinéticos de extensión de rodilla; asimismo, también se menciona en este mismo estudio que los métodos de diagnóstico mediante movimientos de cadena cinética cerrada (como el CMJ y demás saltos) son más fiables debido a su mayor similitud a la actuación deportiva según Augustsson y cols., Impelizzeri y cols., y Newton y cols. (como se cita en Menzel y cols., 2013). Por ello, podemos considerar el salto en contramovimiento un método fiable.


En cuanto al grado de desequilibrio, no existen valores normativos, pero diversos autores consideran relevante un desequilibrio mayor al 15% (Menzel y cols., 2013; Zahálka y cols., 2013; Petisco y cols., 2016).


El proceso a seguir para la evaluación del CMJ es el mismo que el descrito en el apartado Proceso, pero efectuándolo unilateralmente.


Finalmente, una fórmula para calcular la asimetría es la que proponen Impellizzeri y cols. (2007), la cual es la siguiente: “[(pierna dominante – pierna no dominante) /pierna dominante] * 100”; tratándose pues de sacar el porcentaje de diferencia entre una y otra.


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